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GOTICO


Este arte permaneció del siglo XII hasta comienzos del XVI. En ella, es esencial el uso del arco apuntado y ojival, y los números tienen un significado especial; el numero 3 es relacionado con la santísima trinidad y es considerado sagrado, el 4 se relaciona con los elementos de la naturaleza; y el 7 con el hombre en su esencia divina.
La pintura se remitía al trabajo de los vitrales y de las tablas policromas. En general, predominan los colores fuertes pero sin vida como el gris, el negro, el azul fuerte, entre otros. Sus características son la exquisita atención a los detalles, que denota una perspicaz observación de los seres humanos y de la naturaleza por parte del pintor. (Durante el principio del periodo gótico, la estructura de las catedrales concedía mayor importancia a las ventanas, por lo que las vidrieras desempeñaron un papel más prominente en el arte que los manuscritos miniados). Los vitrales presentaban colorido, un fuerte naturalismo, tenencia a la caricatura y la aparición de las figuras de los mecenas que patrocinaban la obra. En una primera etapa del gótico, los
colores son vivos y saturados y el plomo delimita las formas, las cuales son delineadas con precisión para poder ser vistas a través del reflejo de la luz en la vidriera; lo que lleva a la costumbre de descomponerla en medallones u otro tipo de divisiones. Las vidrieras revelan, más que ningún otro arte, el componente irrealista y artificial de este arte.
A mediados del
siglo XIII se produce una modificación profunda de la gama de colores ya que los fondos incoloros se asocian a los tonos quebrados de las escenas y figuras. Con una gama potente pero restringida, las menudas figuras humanas se hacen más agitadas y libres.
En el
siglo XIV, tras el descubrimiento del amarillo indio y el amarillo de plata los vitrales ganan en ligereza, llenándose de un preciosismo dorado que antes nunca tuvieron. Los colores ocres se extraían de unos pigmentos de tierras de color procedentes de la campiña toscana.
Aquí se muestra el Vitral del gran rosetón sur de Notre-Dame de París, que pertenece al estilo gótico clásico radiante. La estructura arquitectónica (1250-1267) es obra de Jean de Chelles y Pierre de Montreuil. Este vitral presenta a Cristo rodeado por los Tetramorfos, los doce apóstoles y doce santos; en él se pueden apreciar los colores vivos, las equivalencias del número 3 (12 y 12), la atención a los detalles y la tendencia a lo caricaturesco.

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