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PREHISTORIA


La prehistoria es la etapa de la historia de la humanidad que se caracteriza por los sistemas de vida primitivos y la falta de escritura; se puede dividir en 3 etapas: Paleolítico mesolítico y neolítico, las cuales hicieron que el arte prehistórico tuviera una duración del 2000000 a.C., hasta el 3000 a.C.
Los géneros más representativos son la escultura y la pintura rupestre, siendo el último mencionado plenamente naturalista, caracterizado por la representación exacta en cuevas de animales aislados como bisontes, caballos y ciervos, y por la poca aparición de la figura humana (a excepción de las manos), mediante una variedad de signos como círculos, rectángulos y figuras abstractas difíciles de interpretar. En ocasiones también pintaban escenas de caza y los acontecimientos más relevantes de su entorno. Las (pinturas rupestres) más antiguas se hallan en las Cuevas de Altamira (España) y Lascaux y Font Gaume en el sur de Francia.
Marrón Ocre
Rojo Ocre
Amarillo OcreLos hombres hacían primitivamente sus trazos con los dedos, pasando luego a realizarlos empleando pinceles de plumas, juncos o de madera astillada, soplando sobre la pared. Usaban tonos negros, rojos, amarillos y pardos, obtenidos mediante la pulverización de arcillas rojas, de trozos de ocre amarillo y rojo mezclados con grasas, saliva o con jugos vegetales, y además, usaban pigmentos (polvos finos que o bien reflejan toda la luz para producir un efecto blanco, o bien absorben ciertas longitudes de onda de la luz para producir un efecto coloreado) de óxido de hierro naturales para lograr el rojo profundo; otros usaban colores hechos con cal, carbón vegetal, ocres amarillo y rojo y tierra verde (ocre verde). Estos pigmentos eran extraídos de la tierra, compuestos de diferentes minerales pulverizados y mezclados con grasa animal, clara de huevo, extractos de plantas, cola de pescado e, incluso, sangre.
Aquí se muestra una pintura rupestre de estilo Solutrense – Magdaleniense; hallada en la cueva de Altamira; en ella se usaron pigmentos naturales con aglutinante graso sobre roca viva. Corresponde al paleolítico, en la zona Cantábrica (Santillana del Mar, Cantabria). del 12.000 a. C. Es una representación de bisontes y otros cuadrúpedos, con posible significado mágico - religioso propiciatorio para la caza o relativo a la fertilidad. Es importante destacar el interés en la representación naturalista de las formas y actitudes animales; en el dominio de la expresividad es notable el célebre bisonte encogido. Se ha apodado a la cueva como la "Capilla Sixtina del Arte Cuaternario".

MESOPOTAMIA


El arte mesopotámico es el que abarca desde el año 3000 a.C. hasta el 480 a.C. aproximadamente; se caracteriza por simplificar la realidad para comprenderla de la mejor forma posible. Para ello utilizaron formas geométricas y es muy marcado el uso del cilindro y el cono en la representación de las figuras humanas, siempre con las manos en posición de rezo.
Es una de las sociedades menos estudiada y valorada por ser menos homogénea; surgió de las constantes rivalidades entre las distintas
tribus que habitaban el valle de mesopotámico, como los sumerios, babilónicos, sirios y persas.
Hasta finales del
siglo XIX apenas se conocía el arte mesopotámico, ya que es uno de los que menos obras se conservan, ya que utilizaban materiales poco duraderos, como el adobe y el ladrillo.
Uno de los géneros más conocido de este arte es la pintura en cerámica, la cual dió inicio con comunidades habitando cuevas a finales del periodo mesolítico y esta datada por lo menos, en el 6500 a. de C. Las primeras cerámicas no estaban decoradas y estaban hechas de arcilla local, marrón rojiza. Estas fueron seguidas en la misma zona por un grupo de cerámicas pintadas que proceden de alrededor del 5000 a. de C.
La más corriente tenía dibujos pintados con motivos geométricos con pigmento rojo, sobre un engobe crema. Los dibujos se hacían en las vasijas después de haber sido cocidas. La pintura de las vasijas reflejaba el interés contemporáneo por la pintura de los muros. Se usaba mucho colorido. Para la pintura de las vasijas pudieron haberse utilizado los mismos pigmentos derribados de arcillas locales de diferentes colores. Se utilizaban los métodos de trabajo a mano. Algunas vasijas se dejaban lisas, mientras que otras se decoraban, a veces con dibujos impresos, pero más a menudo de pinturas con arcillas y pigmentos con motivos geométricos sencillos. Indudablemente, los ceramistas de la civilización mesopotámica debieron en gran manera sus habilidades a los ceramistas anatolios. Uno de los pigmentos más tóxicos descubiertos en esa época fue el oropimente, el cual es obtenido a partir del sulfuro de arsénico.
Aquí se muestra una cerámica en forma de Cabeza de león aqueménida, la cual era un amuleto hecho de barro, que data de Fines s. VI a. C. - s. IV a. C. Arte Aqueménida. Proveniente de Susa., en ella se puede apreciar el colorido vivo de la cerámica.

EGIPTO


Desde el año 4000 a.C. hasta 30 a.C., los artistas egipcios empezaron a pintar los muros de las tumbas de los faraones con representaciones mitológicas y escenas de actividades cotidianas, como la caza, la pesca, la agricultura o la celebración de banquetes.
Igual que en la escultura egipcia, prevalecen dos constantes estilísticas. En primer lugar, las imágenes, más conceptuales que realistas, presentan los rasgos anatómicos más característicos, combinando las vistas frontales y de perfil de la misma figura; en segundo lugar, la escala de las figuras indica la importancia de las mismas, y así el faraón aparece más alto que su consorte, hijos o cortesanos.
Los pintores egipcios cubrían la superficie a pintar (madera, piedra), con una capa de estuco, luego realizaban el dibujo con color rojo, para después trazar el contorno de la figura con negro; esta preparación permitía que al contacto de los óxidos de la materia colorante con el soporte, se operara una reacción química, dando como resultado la fijación de los pigmentos.
El empleo del color sigue un código cromático, al destinar un color distinto a cada tipo de figuras y objetos. De esta manera se usa el azul turquesa para las figuras de los dioses, el rojo para las figuras masculinas, el amarillo para las mujeres, el verde para la vegetación, el negro para los objetos y los jeroglíficos y el blanco para las ropas.
Los egipcios empleaban recubrimientos de temple hechos a base de caseína, clara de huevo, gelatina, cera de abeja, agua, goma arábiga, pigmentos minerales, óxidos de hierro, malaquita verde, amarillos a base de trisulfuro de arsénico, y el añil, un pigmento azul que se extrae de la planta del mismo nombre; además del famoso azul egipcio, descubierto en este tiempo.
Fueron las primeras mezclas que se usaron para aplicarlas sobre los muros, revestidos con una capa de revoco “seco” de cal. Estas técnicas fueron precedentes a la pintura al fresco o témpera.
La pintura estaba destinada a consolidar la idea de eternidad que para ellos simbolizan lo perdurable y lo sagrado. Hacían representaciones de dioses, ceremonias religiosas y escenas de la vida terrenal. Aquí, se muestra un papiro de una batalla con la participación del dios Tutankamón contra los asiáticos, que data de los años 1358-1350 d.C. La técnica es color sobre marfil y en ella se pueden apreciar los pigmentos minerales rojos y negros.


GRECIA


El arte Griego surgió en los siglos IX y V, durando hasta el año 30 a.C. aproximadamente, caracterizándose por la búsqueda de la belleza ideal. Para los griegos, la belleza estaba en la perfección, la proporción y la armonía, donde se mantenía que el hombre era la medida ideal de todas las cosas. Instituyeron el principio de la consideración racional del hombre y de la naturaleza en la que encuentran la razón que explica la experiencia sensorial de la estética en el arte griego.
Empleando la impresión del contraste de luces y sombras (claroscuro), y valiéndose del diferente espesor de las sustancias colorantes aplicadas, introdujeron la técnica de la encáustica, que consiste en una pintura mural que usa cera para fijar los pigmentos sobre el muro.
Con excepción de algunos fragmentos, no hay vestigios de los murales griegos, debido a los materiales poco durables que utilizaron. Sin embargo, las representaciones naturalistas de escenas mitológicas en la cerámica griega pueden arrojar alguna luz sobre cómo era esa pintura de gran formato.
Para los griegos, el verdadero arte debía expresar pureza y sobriedad, rechazando todo brillo y resplandor, por lo cual (además de que la gama de colores que podía ser utilizada sobre las alfarerías fue restringida por las técnicas de cocción) sólo ocupaban cuatro colores: blanco, amarillo, rojo y negro azulado. (Durante los tres primeros períodos, las cerámicas guardaban su color natural claro con algunos motivos negros). También se negaban a cualquier mezcla de colores porque ello significaba conflicto, cambio, putrefacción, por lo cual preferían el método al encausto. Los pintores griegos emplearon colores al agua para pintar grandes murales o vasijas decoradas. Aquí se muestran dos vasijas de contrastes diferentes, debido al periodo en el que se hizo cada una, primero se usaba el fondo claro con pigmentos rojos, posteriormente, se hizo al contrario. Son cerámicas con técnicas de figuras negras y rojas, respectivamente; la primera es un Olpe de la tumba de Isis, Corinto Antiguo, que data del año 600 a. C., la segunda es un Ánfora del Pintor de Aquiles; joven corriendo con dos lanzas en la mano, que data del 440 a. C.

ROMA


Roma fue fundada en al año 753 a.C. durando hasta el año 453 d.C. El arte griego se caracterizó por la imitación y continuación del arte griego. Aunque se sabe que los romanos desarrollaron la pintura sobre tabla, los restos pictóricos conocidos más importantes son de tipo mural, frescos protegidos con una capa de cera que avivaba los colores. Solo se conocen los frescos pintados en las paredes de las mansiones de Pompeya y de la casa de Livia, esposa de augusto en Roma.

Los mosaicos podían ser de tipo geométrico, con teselas de lapislázuli, mármol o pasta vítrea, con trazos rectos. Mostrando en sus pinturas un gran colorido y movimiento. En general, el mosaico es usado sobre todo para suelos, siendo en
época bizantina cuando sustituya a los frescos en los muros.
Al contrario de los griegos, los romanos explotaron una gama más amplia de colores quedando esto de manifiesto en las investigaciones hechas en las ruinas de Pompeya, en donde se han identificado a lo menos 29 pigmentos.
Aunque ya conocían el empleo del aceite de linaza como medio fluido para la pintura, los artistas sólo lo utilizaron a partir del siglo XV. Conocían el añil, un pigmento azul que se extrae de la planta del mismo nombre; y el azul egipcio. La goma arábiga, la clara de huevo, la gelatina y la cera de abeja fueron los primeros medios fluidos que se usaron con este pigmento.
Se destaca el mural de la
Batalla de Isos entre Alejandro Magno y Darío III Codomano, encontrado en la Casa del Fauno de Pompeya que data del siglo I a.C., presentado aquí, en el cual se puede apreciar el uso de pigmentos mezclados con aceite de linaza en tonalidades rojizas, grisáceas y de negro.

PALEOCRISTIANO ROMANO


El arte paleocristiano romano, dio inicio en el año 200 d.C.; desarrollándose durante los cinco primeros siglos de nuestra era, desde la aparición del cristianismo, durante la dominación romana, hasta la invasión de los pueblos bárbaros, aunque en Oriente tiene su continuación, tras la escisión del Imperio Romano, en el llamado arte bizantino.
La pintura muestra la búsqueda de un nuevo lenguaje plástico que diera satisfacción a las nuevas necesidades espirituales; en otras palabras, los artistas deseaban expresar en forma clara y sencilla la doctrina, y es así como empezaron a surgir signos y símbolos que posteriormente formarían parte esencial de la iconografía cristiana.
Las pinturas paleocristianas que han sido rescatadas hasta nuestros días datan de los siglos III y IV y son frescos de catacumbas, en los que se presentaron escenas del Nuevo Testamento, cuya característica son las estilizaciones y convencionalismos artísticos procedentes del mundo clásico.
Entre las obras más extraordinarias de este periodo paleocristiano se encuentran los mosaicos del siglo VI de las iglesias de Ravena, Italia, destacando los de San Vital.
La realidad, la naturaleza, la belleza, la armonía, el refinamiento de la antigüedad clásica fueron abandonados, con el fin de orientas el espíritu hacia dios, el artista prefirió el simbolismo, así que creo una especia de lenguaje sagrado. Detrás de cada imagen estaba oculta la presencia divina.Aquí se muestra un vidrio llamado “Vidrio y pan de oro”, que data de fines del siglo III al siglo IV. En este arte, se llama vidrio dorado a un medallón de doble vidrio que encierra en su interior motivos decorativos realizados en pan de oro. Podían tratarse del pie de una copa o de un plato (umbo). De su uso doméstico pasaría a otra función en las catacumbas, posiblemente como sello de los sepulcros.Se caracterizan por un estilo alejandrino y una tendencia cada vez mayor a la estilización, con figuras más planas y menos naturalistas. Los pigmentos en este arte casi no fueron utilizados, sin embargo, en las pinturas que sí hicieron uso de ellos, se encontraban primeramente monocromos, en blanco y negro, y después como la gama de pigmentos que la naturaleza ofrece en sus minerales y piedras, creando composiciones policromas de suntuosa belleza; emulando a los romanos.