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PREHISTORIA


La prehistoria es la etapa de la historia de la humanidad que se caracteriza por los sistemas de vida primitivos y la falta de escritura; se puede dividir en 3 etapas: Paleolítico mesolítico y neolítico, las cuales hicieron que el arte prehistórico tuviera una duración del 2000000 a.C., hasta el 3000 a.C.
Los géneros más representativos son la escultura y la pintura rupestre, siendo el último mencionado plenamente naturalista, caracterizado por la representación exacta en cuevas de animales aislados como bisontes, caballos y ciervos, y por la poca aparición de la figura humana (a excepción de las manos), mediante una variedad de signos como círculos, rectángulos y figuras abstractas difíciles de interpretar. En ocasiones también pintaban escenas de caza y los acontecimientos más relevantes de su entorno. Las (pinturas rupestres) más antiguas se hallan en las Cuevas de Altamira (España) y Lascaux y Font Gaume en el sur de Francia.
Marrón Ocre
Rojo Ocre
Amarillo OcreLos hombres hacían primitivamente sus trazos con los dedos, pasando luego a realizarlos empleando pinceles de plumas, juncos o de madera astillada, soplando sobre la pared. Usaban tonos negros, rojos, amarillos y pardos, obtenidos mediante la pulverización de arcillas rojas, de trozos de ocre amarillo y rojo mezclados con grasas, saliva o con jugos vegetales, y además, usaban pigmentos (polvos finos que o bien reflejan toda la luz para producir un efecto blanco, o bien absorben ciertas longitudes de onda de la luz para producir un efecto coloreado) de óxido de hierro naturales para lograr el rojo profundo; otros usaban colores hechos con cal, carbón vegetal, ocres amarillo y rojo y tierra verde (ocre verde). Estos pigmentos eran extraídos de la tierra, compuestos de diferentes minerales pulverizados y mezclados con grasa animal, clara de huevo, extractos de plantas, cola de pescado e, incluso, sangre.
Aquí se muestra una pintura rupestre de estilo Solutrense – Magdaleniense; hallada en la cueva de Altamira; en ella se usaron pigmentos naturales con aglutinante graso sobre roca viva. Corresponde al paleolítico, en la zona Cantábrica (Santillana del Mar, Cantabria). del 12.000 a. C. Es una representación de bisontes y otros cuadrúpedos, con posible significado mágico - religioso propiciatorio para la caza o relativo a la fertilidad. Es importante destacar el interés en la representación naturalista de las formas y actitudes animales; en el dominio de la expresividad es notable el célebre bisonte encogido. Se ha apodado a la cueva como la "Capilla Sixtina del Arte Cuaternario".

MESOPOTAMIA


El arte mesopotámico es el que abarca desde el año 3000 a.C. hasta el 480 a.C. aproximadamente; se caracteriza por simplificar la realidad para comprenderla de la mejor forma posible. Para ello utilizaron formas geométricas y es muy marcado el uso del cilindro y el cono en la representación de las figuras humanas, siempre con las manos en posición de rezo.
Es una de las sociedades menos estudiada y valorada por ser menos homogénea; surgió de las constantes rivalidades entre las distintas
tribus que habitaban el valle de mesopotámico, como los sumerios, babilónicos, sirios y persas.
Hasta finales del
siglo XIX apenas se conocía el arte mesopotámico, ya que es uno de los que menos obras se conservan, ya que utilizaban materiales poco duraderos, como el adobe y el ladrillo.
Uno de los géneros más conocido de este arte es la pintura en cerámica, la cual dió inicio con comunidades habitando cuevas a finales del periodo mesolítico y esta datada por lo menos, en el 6500 a. de C. Las primeras cerámicas no estaban decoradas y estaban hechas de arcilla local, marrón rojiza. Estas fueron seguidas en la misma zona por un grupo de cerámicas pintadas que proceden de alrededor del 5000 a. de C.
La más corriente tenía dibujos pintados con motivos geométricos con pigmento rojo, sobre un engobe crema. Los dibujos se hacían en las vasijas después de haber sido cocidas. La pintura de las vasijas reflejaba el interés contemporáneo por la pintura de los muros. Se usaba mucho colorido. Para la pintura de las vasijas pudieron haberse utilizado los mismos pigmentos derribados de arcillas locales de diferentes colores. Se utilizaban los métodos de trabajo a mano. Algunas vasijas se dejaban lisas, mientras que otras se decoraban, a veces con dibujos impresos, pero más a menudo de pinturas con arcillas y pigmentos con motivos geométricos sencillos. Indudablemente, los ceramistas de la civilización mesopotámica debieron en gran manera sus habilidades a los ceramistas anatolios. Uno de los pigmentos más tóxicos descubiertos en esa época fue el oropimente, el cual es obtenido a partir del sulfuro de arsénico.
Aquí se muestra una cerámica en forma de Cabeza de león aqueménida, la cual era un amuleto hecho de barro, que data de Fines s. VI a. C. - s. IV a. C. Arte Aqueménida. Proveniente de Susa., en ella se puede apreciar el colorido vivo de la cerámica.

EGIPTO


Desde el año 4000 a.C. hasta 30 a.C., los artistas egipcios empezaron a pintar los muros de las tumbas de los faraones con representaciones mitológicas y escenas de actividades cotidianas, como la caza, la pesca, la agricultura o la celebración de banquetes.
Igual que en la escultura egipcia, prevalecen dos constantes estilísticas. En primer lugar, las imágenes, más conceptuales que realistas, presentan los rasgos anatómicos más característicos, combinando las vistas frontales y de perfil de la misma figura; en segundo lugar, la escala de las figuras indica la importancia de las mismas, y así el faraón aparece más alto que su consorte, hijos o cortesanos.
Los pintores egipcios cubrían la superficie a pintar (madera, piedra), con una capa de estuco, luego realizaban el dibujo con color rojo, para después trazar el contorno de la figura con negro; esta preparación permitía que al contacto de los óxidos de la materia colorante con el soporte, se operara una reacción química, dando como resultado la fijación de los pigmentos.
El empleo del color sigue un código cromático, al destinar un color distinto a cada tipo de figuras y objetos. De esta manera se usa el azul turquesa para las figuras de los dioses, el rojo para las figuras masculinas, el amarillo para las mujeres, el verde para la vegetación, el negro para los objetos y los jeroglíficos y el blanco para las ropas.
Los egipcios empleaban recubrimientos de temple hechos a base de caseína, clara de huevo, gelatina, cera de abeja, agua, goma arábiga, pigmentos minerales, óxidos de hierro, malaquita verde, amarillos a base de trisulfuro de arsénico, y el añil, un pigmento azul que se extrae de la planta del mismo nombre; además del famoso azul egipcio, descubierto en este tiempo.
Fueron las primeras mezclas que se usaron para aplicarlas sobre los muros, revestidos con una capa de revoco “seco” de cal. Estas técnicas fueron precedentes a la pintura al fresco o témpera.
La pintura estaba destinada a consolidar la idea de eternidad que para ellos simbolizan lo perdurable y lo sagrado. Hacían representaciones de dioses, ceremonias religiosas y escenas de la vida terrenal. Aquí, se muestra un papiro de una batalla con la participación del dios Tutankamón contra los asiáticos, que data de los años 1358-1350 d.C. La técnica es color sobre marfil y en ella se pueden apreciar los pigmentos minerales rojos y negros.


GRECIA


El arte Griego surgió en los siglos IX y V, durando hasta el año 30 a.C. aproximadamente, caracterizándose por la búsqueda de la belleza ideal. Para los griegos, la belleza estaba en la perfección, la proporción y la armonía, donde se mantenía que el hombre era la medida ideal de todas las cosas. Instituyeron el principio de la consideración racional del hombre y de la naturaleza en la que encuentran la razón que explica la experiencia sensorial de la estética en el arte griego.
Empleando la impresión del contraste de luces y sombras (claroscuro), y valiéndose del diferente espesor de las sustancias colorantes aplicadas, introdujeron la técnica de la encáustica, que consiste en una pintura mural que usa cera para fijar los pigmentos sobre el muro.
Con excepción de algunos fragmentos, no hay vestigios de los murales griegos, debido a los materiales poco durables que utilizaron. Sin embargo, las representaciones naturalistas de escenas mitológicas en la cerámica griega pueden arrojar alguna luz sobre cómo era esa pintura de gran formato.
Para los griegos, el verdadero arte debía expresar pureza y sobriedad, rechazando todo brillo y resplandor, por lo cual (además de que la gama de colores que podía ser utilizada sobre las alfarerías fue restringida por las técnicas de cocción) sólo ocupaban cuatro colores: blanco, amarillo, rojo y negro azulado. (Durante los tres primeros períodos, las cerámicas guardaban su color natural claro con algunos motivos negros). También se negaban a cualquier mezcla de colores porque ello significaba conflicto, cambio, putrefacción, por lo cual preferían el método al encausto. Los pintores griegos emplearon colores al agua para pintar grandes murales o vasijas decoradas. Aquí se muestran dos vasijas de contrastes diferentes, debido al periodo en el que se hizo cada una, primero se usaba el fondo claro con pigmentos rojos, posteriormente, se hizo al contrario. Son cerámicas con técnicas de figuras negras y rojas, respectivamente; la primera es un Olpe de la tumba de Isis, Corinto Antiguo, que data del año 600 a. C., la segunda es un Ánfora del Pintor de Aquiles; joven corriendo con dos lanzas en la mano, que data del 440 a. C.

ROMA


Roma fue fundada en al año 753 a.C. durando hasta el año 453 d.C. El arte griego se caracterizó por la imitación y continuación del arte griego. Aunque se sabe que los romanos desarrollaron la pintura sobre tabla, los restos pictóricos conocidos más importantes son de tipo mural, frescos protegidos con una capa de cera que avivaba los colores. Solo se conocen los frescos pintados en las paredes de las mansiones de Pompeya y de la casa de Livia, esposa de augusto en Roma.

Los mosaicos podían ser de tipo geométrico, con teselas de lapislázuli, mármol o pasta vítrea, con trazos rectos. Mostrando en sus pinturas un gran colorido y movimiento. En general, el mosaico es usado sobre todo para suelos, siendo en
época bizantina cuando sustituya a los frescos en los muros.
Al contrario de los griegos, los romanos explotaron una gama más amplia de colores quedando esto de manifiesto en las investigaciones hechas en las ruinas de Pompeya, en donde se han identificado a lo menos 29 pigmentos.
Aunque ya conocían el empleo del aceite de linaza como medio fluido para la pintura, los artistas sólo lo utilizaron a partir del siglo XV. Conocían el añil, un pigmento azul que se extrae de la planta del mismo nombre; y el azul egipcio. La goma arábiga, la clara de huevo, la gelatina y la cera de abeja fueron los primeros medios fluidos que se usaron con este pigmento.
Se destaca el mural de la
Batalla de Isos entre Alejandro Magno y Darío III Codomano, encontrado en la Casa del Fauno de Pompeya que data del siglo I a.C., presentado aquí, en el cual se puede apreciar el uso de pigmentos mezclados con aceite de linaza en tonalidades rojizas, grisáceas y de negro.

PALEOCRISTIANO ROMANO


El arte paleocristiano romano, dio inicio en el año 200 d.C.; desarrollándose durante los cinco primeros siglos de nuestra era, desde la aparición del cristianismo, durante la dominación romana, hasta la invasión de los pueblos bárbaros, aunque en Oriente tiene su continuación, tras la escisión del Imperio Romano, en el llamado arte bizantino.
La pintura muestra la búsqueda de un nuevo lenguaje plástico que diera satisfacción a las nuevas necesidades espirituales; en otras palabras, los artistas deseaban expresar en forma clara y sencilla la doctrina, y es así como empezaron a surgir signos y símbolos que posteriormente formarían parte esencial de la iconografía cristiana.
Las pinturas paleocristianas que han sido rescatadas hasta nuestros días datan de los siglos III y IV y son frescos de catacumbas, en los que se presentaron escenas del Nuevo Testamento, cuya característica son las estilizaciones y convencionalismos artísticos procedentes del mundo clásico.
Entre las obras más extraordinarias de este periodo paleocristiano se encuentran los mosaicos del siglo VI de las iglesias de Ravena, Italia, destacando los de San Vital.
La realidad, la naturaleza, la belleza, la armonía, el refinamiento de la antigüedad clásica fueron abandonados, con el fin de orientas el espíritu hacia dios, el artista prefirió el simbolismo, así que creo una especia de lenguaje sagrado. Detrás de cada imagen estaba oculta la presencia divina.Aquí se muestra un vidrio llamado “Vidrio y pan de oro”, que data de fines del siglo III al siglo IV. En este arte, se llama vidrio dorado a un medallón de doble vidrio que encierra en su interior motivos decorativos realizados en pan de oro. Podían tratarse del pie de una copa o de un plato (umbo). De su uso doméstico pasaría a otra función en las catacumbas, posiblemente como sello de los sepulcros.Se caracterizan por un estilo alejandrino y una tendencia cada vez mayor a la estilización, con figuras más planas y menos naturalistas. Los pigmentos en este arte casi no fueron utilizados, sin embargo, en las pinturas que sí hicieron uso de ellos, se encontraban primeramente monocromos, en blanco y negro, y después como la gama de pigmentos que la naturaleza ofrece en sus minerales y piedras, creando composiciones policromas de suntuosa belleza; emulando a los romanos.

BIZANTINO


El arte bizantino dio inicio en el siglo VI., como continuación del paleocristiano romano. Fue una época de misticismo en la que lo humano, material y terrenal era subversivo y el mundo del espíritu y la fe adquirieron mayor trascendencia.
El género de la pintura de más alto rango en el bizantino es el mosaico. Su preciosismo y luminosa fuerza reflejan con la mayor pureza el carácter sobrenatural, inmaterial y sagrado de las verdades de fe representadas; el mosaico, por sus refinados métodos de tratamiento, constituye la técnica mas apropiada para lograr, en las bóvedas y cúpulas del recinto de la iglesia, a la par que la máxima luminosidad y una gran riqueza cromática, dar una nueva vida a la superficie.
Cada parte de la iglesia recibe imágenes del pantocrátor, es decir, la figura de cristo como dios todopoderoso.
Las figuras estilizadas y alargadas que decoran las paredes de la iglesia, vistas casi de frente, miran al espectador con los ojos muy abiertos y parecen flotar ingrávidas y atemporales; esta presentación poco terrenal pasó a ser característica del arte bizantino.
En los manuscritos miniados tanto de textos laicos, los textos de Virgilio (siglo IV o principios del V, Biblioteca Vaticana, Roma), como de escritos cristianos (el Salterio de París siglo X, Biblioteca Nacional, París), se aprecian vestigios del estilo grecorromano.
Destruidos los mosaicos de
Constantinopla quedan como únicas referencias los de San Marcos de Venecia, con abundante empleo del dorado que ejercieron posteriormente una marcada influencia en las obras góticas de Cimabue, Duccio y otros pintores italianos.
En la orfebrería sobresale el uso de los esmaltes sobre metales preciosos, siguiendo la técnica del tabicado o alveolado de origen germánico, en el que los colores se separan por filamentos de oro. En este tiempo, se llevaron a su máxima potencia las costumbres del paleocristiano, incluyendo el uso de los pigmentos en parte monocromos, y posteriormente policromos, tomados de minerales y piedras naturales y creando colores de gran diversidad y belleza. Aquí se presenta uno de los mosaicos más reconocidos de este movimiento artístico, el “Cristo Pantocrátor”, el cual data del
siglo XII y se encuentra en la Iglesia de la Sagrada Sabiduría (Agia Sofia).

ROMANICO


El arte románico vio sus inicios en el año 1050d.C., surgiendo en la época de una Europa sumida en el sistema feudal con una marcada diferenciación de clases sociales. Nació en Francia y estaba ligado a un profundo sentimiento religioso terriblemente opresivo para la sociedad. La arquitectura, escultura y pintura quedaban integrados en una unidad indivisible y eran creados para mayor gloria de dios.
Se manifiesta principalmente en la decoración de muros interiores de iglesias, en pinturas de frontales de
altar, en miniaturas o iluminaciones de códices, alguna vez en mosaicos de pavimentos, esmaltes para decoraciones del mobiliario y en algunas vidrieras de colores que empiezan a usarse en su época desde finales del siglo X, las cuales pasaron a primer plano.
Los pintores de vidrieras sintetizaban las escenas y se preocupaban poco por el realismo de las formas y absolutamente nada del paisaje. Los colores eran planos y primarios, y el fondo se pintaba todo de un solo color.
El lugar preferido para pintar era el ábside, detrás del altar mayor en la iglesia. Los temas más comunes eran el Cristo majestad con los símbolos de los 4 evangelistas o la Virgen María con el niño Jesús.
Se armaba la vidriera con muchísimas piezas de vidrio de color unidas de tal modo que todas en conjunto formaran las figuras que previamente se delineaban en algún cartón o modelo. Mas los perfiles y las sombras de las figuras se pintaban con esmalte de color gris, pardo u oscuro aplicado a la superficie de cada pieza o fragmento y que se fijaba por la fusión al calor del horno. La vidriera, en todo caso, se protegía con un bastidor de hierro al colocarla en la ventana y esta armadura solía marcar las grandes o principales divisiones de la composición de la vidriera.
Los procedimientos generalmente seguidos fueron el
temple y el fresco para cuadros y decoraciones murales, el temple y la aguada en la pintura sobre tabla y la aguada o acuarela (en éstas y en las tablas con aplicaciones de oro) para las iluminaciones de códices. En la pintura sobre tabla era bastante común el recubrir la superficie con un lienzo pegado a la misma sobre el cual se aplicaban algunas manos de fina escayola y se trazaban en ésta para fondo del cuadro ciertos surcos o rayitas e incluso dibujos en relieve y luego se pintaban las figuras que en muchos puntos aparecen también con resalto.
Un pigmento inusual en las pinturas románicas de carácter religioso era el azul egipcio. Es un pigmento usado hasta el arte romano, pero después de la caída de su Imperio es raro encontrarlo presente. Es un pigmento sintético originario de la cultura egipcia y típico de culturas antiguas como la mesopotámica y romana. Los últimos indicios históricos que hay sobre su uso son del siglo IX".
Aquí se muestra un ejemplo de las vidrieras de este tiempo, que data del siglo XII, en ella se puede apreciar el fondo de un solo tipo de pigmento o color, y el uso del azul egipcio en la muñeca del personaje y el motivo en su capa.

GOTICO


Este arte permaneció del siglo XII hasta comienzos del XVI. En ella, es esencial el uso del arco apuntado y ojival, y los números tienen un significado especial; el numero 3 es relacionado con la santísima trinidad y es considerado sagrado, el 4 se relaciona con los elementos de la naturaleza; y el 7 con el hombre en su esencia divina.
La pintura se remitía al trabajo de los vitrales y de las tablas policromas. En general, predominan los colores fuertes pero sin vida como el gris, el negro, el azul fuerte, entre otros. Sus características son la exquisita atención a los detalles, que denota una perspicaz observación de los seres humanos y de la naturaleza por parte del pintor. (Durante el principio del periodo gótico, la estructura de las catedrales concedía mayor importancia a las ventanas, por lo que las vidrieras desempeñaron un papel más prominente en el arte que los manuscritos miniados). Los vitrales presentaban colorido, un fuerte naturalismo, tenencia a la caricatura y la aparición de las figuras de los mecenas que patrocinaban la obra. En una primera etapa del gótico, los
colores son vivos y saturados y el plomo delimita las formas, las cuales son delineadas con precisión para poder ser vistas a través del reflejo de la luz en la vidriera; lo que lleva a la costumbre de descomponerla en medallones u otro tipo de divisiones. Las vidrieras revelan, más que ningún otro arte, el componente irrealista y artificial de este arte.
A mediados del
siglo XIII se produce una modificación profunda de la gama de colores ya que los fondos incoloros se asocian a los tonos quebrados de las escenas y figuras. Con una gama potente pero restringida, las menudas figuras humanas se hacen más agitadas y libres.
En el
siglo XIV, tras el descubrimiento del amarillo indio y el amarillo de plata los vitrales ganan en ligereza, llenándose de un preciosismo dorado que antes nunca tuvieron. Los colores ocres se extraían de unos pigmentos de tierras de color procedentes de la campiña toscana.
Aquí se muestra el Vitral del gran rosetón sur de Notre-Dame de París, que pertenece al estilo gótico clásico radiante. La estructura arquitectónica (1250-1267) es obra de Jean de Chelles y Pierre de Montreuil. Este vitral presenta a Cristo rodeado por los Tetramorfos, los doce apóstoles y doce santos; en él se pueden apreciar los colores vivos, las equivalencias del número 3 (12 y 12), la atención a los detalles y la tendencia a lo caricaturesco.

RENACIMIENTO


El renacimiento surgió en el siglo XV., con el despertar del interés hacia la cultura clásica y por una fuerte confianza en el individualismo. En él, se seguía rindiendo culto a los logros de la antigüedad, pero al mismo tiempo se producía una reactivación intelectual y cultural. Se revalora al ser humano y a la naturaleza a través de las artes, la ciencia y filosofía, dando origen al humanismo.
La manifestación artística más multiforme de la época era la pintura mural al temple (aplicar pigmentos en polvo mezclados con yema de huevo sobre una superficie preparada) y de tabla. Se vuelven a pintar toda clase de series de imágenes religiosas con los nuevos medios de representación iniciados por Giotto; a la vez, se desarrollan otros temas como lo mitológico y lo histórico con abundantes desnudos con temas religiosos. En la pintura renacentista, el paisaje pierde importancia, se sigue una meticulosa representación pictórica de los detalles naturales, se usa la perspectiva lineal, el sentido del movimiento, las grandes proporciones, la racionalidad, el orden y la pureza. Sin embargo, la pintura tenía una personalidad diferenciada en cada autor. Durante el renacimiento, la pintura al óleo vino a ocupar el lugar del fresco y del temple. En 1430 la historia del color en la pintura se vio afortunada gracias a que León Battista Alberti, arquitecto y humanista italiano, advirtió sobre los nuevos principios cromáticos rechazando las antiguas definiciones griegas al utilizar todos los tonos, además consideró al gris como clave en toda composición y sugirió contrastar los colores de acuerdo a la regla de los opuestos complementarios. Es así como la revolución del color encontró sus antecedentes en la luminosidad que caracterizó al Renacimiento, cuando pintores italianos expusieron a la luz como una presencia obligada en cada cuadro. Rafael perfeccionó los anteriores descubrimientos renacentistas en materia de color y de composición, creando tipos ideales en sus representaciones de la Virgen y del Niño y en sus estudios de retratos de sus contemporáneos. Se usaron los pigmentos oleosos sobre yeso seco (a ello se debe el deterioro de los murales que han llegado hasta nuestros días, como es el caso de La última cena), los óleos transparentes, cálidos, el pigmento Tierra verde (hecho de arcilla y hierro, se usaba para lograr tonos apagados o sombreados de la piel); la Malaquita (mineral de carbonato de cobre); Ultramarino (codiciado para pinturas religiosas, fue hecho a partir de la piedra preciosa lapislázuli); la Azurita (o “Azul egipcio”); pigmentos terrosos mezclados con agua y cal, para crear una superficie compacta; el óxido de hierro junto a otros minerales; la tiza roja natural extraída de la tierra. Los pigmentos coloreados se mezclaban con aceite y se diluían, para darles la consistencia conveniente, con una mezcla de aceite de linaza y aguarrás. Aquí se muestra una de las obras más sobresalientes del renacimiento: La creación de Adán, fresco hecho por Miguel Ángel (Año 1510) en la Capilla Sixtina, en Roma; en ella se aprecian los distintos pigmentos utilizados en la época.

MANIERISMO


El manierismo es la corriente artística que predominó en Italia desde el final del Alto Renacimiento en el año 1530, hasta los comienzos del Barroco, hacia el año 1600 aproximadamente. Este movimiento se dio como una reacción anti clásica que cuestionaba la validez del ideal de belleza que se defendía en el Alto Renacimiento. El origen de su nombre viene de la definición que los escritores de esa época le daban a los artistas que pintaban “a la manera de”, es decir, siguiendo los pasos de los pintores del Renacimiento, pero manteniendo una personalidad artística, al menos al principio, ya que este término después se fue usando cuando esa “maniera” se entendió como una técnica imitativa de los pintores famosos. En la pintura manierista, Los colores son extraños, fríos, artificiales, violentamente enfrentados entre sí, en vez de apoyarse en gamas. (Se dan los simbolismos complicados en las pinturas, pero tienen su auge en la orfebrería). Se confería más importancia a la complejidad y a la distorsión que a la armonía de las líneas, al color o a la composición (hasta las pinturas religiosas resultaban inquietantes para el espectador). En la pintura se usaban pigmentos extraídos de sulfuro de arsénico, lapislázuli, materiales orgánicos quemados parcialmente o carbonizados, silicato de hierro, arcilla, el rezago de la desintegración del plomo con ácido, y la fermentación de la uva en platos de cobre; materiales de los cuales se originaron: la azurita, el oropimente, el ultramarino, el negro carbonilla, la tiza, tierra verde, índigo, el blanco de plomo, verde de Grecia y el amarillo ocre. El pintor más conocido de los manieristas en su etapa tardía es El Greco, el cual era intensamente emocional, lo cual reflejaba en sus pinturas al darles un fuerte sentido apocalíptico, incluso a los paisajes. En esta compilación se muestra su óleo sobre lienzo de la Iglesia de Santo Tomé, que se encuentra en la ciudad de Toledo, España, y data del año 1588. En ella se puede apreciar “El entierro del Conde de Orgaz”, el cual le da el nombre a la obra, en la que se puede casi palpar la intensidad del momento, a través de los santos esperando al Conde, y los religiosos despidiéndolo.

BARROCO


Barroco, es el período del arte que se extendió a la literatura, la escultura, pintura, danza y música; desde el año 1600 hasta el 1750 aproximadamente. El término barroco se usó para subrayar el exceso de énfasis y abundancia de ornamentación. Este movimiento tenía una marcada predilección por el naturalismo, el dinamismo y los efectos ópticos. Se crean obras con naturaleza muerta, bodegones, temas religiosos, y animales. Se presentan las líneas compositivas diagonales que daban un sentido de movimiento. Las vestimentas del pueblo son normales, pero las de la clase alta son más adornadas. En este arte se pueden encontrar el hombre individual, el dolor psicológico del hombre, la fantasía y la imaginación, todo esto uniendo más al artista de las personas. Lo que más caracteriza al género de la pintura barroca es el claroscuro, o manejo de luces y sombras, así como la intensidad dramática y el empleo del color. La pintura tiene un papel predominante siendo la expresión más característica del peso de la religión en los países católicos y del gusto burgués en los países protestantes. Se desarrollan nuevas variedades como los bodegones, paisajes, retratos, cuadros de género o costumbristas, así como se enriquece la iconografía de asunto religioso. El color, la luz y el movimiento son un permanente, y se presenta una fuerza expresiva, dramatismo, dinamismo, dominio anatómico, así como figuras llenas de vitalidad mediante gestos y actitudes. Las técnicas que usaban eran el carboncillo, la sanguina, el lápiz y la tinta sobre papel, al temple y al óleo. Los pigmentos usados eran la azurita (que se dejó de usar en el 1700), el oropimente (muy tóxico), el ultramarino, el negro carbonilla, la tiza, tierra verde, índigo, el blanco de plomo y el verde de Grecia; pero el más usado en este tiempo fue el Rojo Carmín, el cual llegó en el 1600 y se obtiene de los cuerpos disecados de la cochinilla. Los pigmentos coloreados se mezclaban con aceite y se diluían, para darles la consistencia conveniente, con una mezcla de aceite de linaza y aguarrás. En la pintura barroca italiana, se destacó la figura de Miguel Ángel Merisi de Caravaggio, o simplemente Caravaggio, del cual en este apartado se muestra su óleo sobre lienzo, de “La crucifixión de San Pedro”, que data del 1600 – 1601 y en el que se muestra un hecho muy conocido entre los católicos.

ROCOCO


El Rococó es el movimiento artístico que surgió en Francia y permaneció entre los años 1730 y 1760. Se define por los colores luminosos, suaves y claros, las formas inspiradas en la naturaleza, la mitología, la belleza de los cuerpos desnudos, el arte oriental y los temas galantes y amorosos. No tenía influencias religiosas, era de temas de la vida diaria y las relaciones humanas; buscaba reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y sensual. Se dio el retratismo, en el que los personajes son representados con mucha elegancia, basada en la artificialidad de la vida de palacio y de los ambientes cortesanos, reflejando la sociedad en transformación. Adornaban las telas con querubines. Desaparece así el dramatismo que caracteriza a la pintura barroca. Es desenvuelto y jovial. Apela a los sentidos, al sentimiento y la emoción, más que a la razón. En el barroco se sigue la pintura al óleo y se populariza la pintura al pastel (dibujo en color sobre una hoja de papel), el pastel fue uno de los favoritos, ya que las pinceladas no se apreciaban al ser muy finas. En relación a los pigmentos, o al cromatismo, se da una pintura muy colorista, se prefieren los colores vivos, luminosos, suaves y claros; además se hace un esfuerzo por evitar las sombras, optando por la luz. Así, se usaban los amarillos ocres, el carmín, el ultramarino, la tiza, el tierra verde, el índigo, el blanco de plomo, y el verde de Grecia, entre otros. Jean-Antoine Watteau creó el nuevo género pictórico de las fiestas galantes, además de influir a los sucesores. Aquí se muestra “El columpio”, de Jean Honoré Fragonard, que data de 1768, siendo un óleo sobre lienzo del barroco francés, en el que se muestra el espíritu refinado y sensual del rococó.

NEOCLASICISMO


El neoclasicismo es la corriente artística que se produjo en Europa a finales del siglo XVIII y que perduró durante las 3 primeras décadas del siguiente siglo; consistió en una reacción academicista y antirrococó que propugnó por un retorno a las formas plásticas tanto de la Antigüedad grecorromana como del Renacimiento (Neoclasicismo significaba retomar las características del arte clásico). En el neoclasicismo se daba la inspiración en las obras de la época clásica que se tenían por perfectas; se aspira a una belleza ideal. Aunque se dio universalmente, cada país le puso su toque particular. En la pintura, género escogido, la temática fue la historia y la mitología; los pintores se inclinaban por contenidos con fondo moralizador.
El color pasaba a un segundo plano y el dibujo (es decir, el trazo puro) adquiere mucha importancia (el color es aplicado sólo como complemento). Se trató de imitar los estilos utilizados antiguamente en Grecia y Roma, por la influencia de los descubrimientos arqueológicos como los de Pompeya y Herculano.
Los pigmentos que se usaban en el neoclasicismo eran los ocres (marrón, amarillo y rojo, muy comunes hasta hoy día), el ultramarino, el carmín (descubierto en el barroco), el negro carbonilla, la tiza, el tierra verde, el índigo, el verde de Grecia, el naranja de cadmio, amarillo de cadmio, el azul de cobalto (Pigmento fabricado a partir de esmalte, que se obtiene del vidrio en polvo que contiene óxido de cobalto), verde de cobalto (Es el sedimento que queda de la mezcla del cobalto con óxidos de zinc, calentándolos juntos), verde esmeralda (Disolviendo verde de Grecia en vinagre, y haciéndolo hervir para lograr un sedimento azul) y el blanco de zinc, el cual reemplazó al blanco de plomo al no ser tóxico. Aquí, se muestra “El juramento de los Horacios”, pintura al óleo de Jacques-Louis David; que data del año 1784, y en el que se plantea un espacio preciso en el que los personajes se sitúan en un primer plano.

ROMANTICISMO


El romanticismo es el movimiento artístico nacido en Europa y que estuvo vigente aproximadamente durante 30 años, entre 1810 a 1840; fue una corriente artística en la que predominaba la espontaneidad, el individualismo del artista y la sensibilidad. Era una reacción violenta contra la frialdad del neoclasicismo; si este significaba la razón, serenidad y límite, el romanticismo era imaginación, pasión e infinito. El romanticismo representaba la subjetividad, ya que el artista creaba su obra a partir de sus emociones, sentimientos e ideas íntimas; la libertad de expresión, ya que no había reglas fijas, cada artista podía manifestarse según su gusto y según las exigencias de la propia obra; la supremacía del fondo sobre la forma, ya que lo importante es lo que el artista expresa y no cómo lo hace; hay una fuerte tendencia nacionalista y liberalista, así como de creatividad. El género usado en este apartado es la pintura, la cual desde 1830, se caracterizaba por el predominio del color sobre la forma; se hacían composiciones dinámicas, de gran movimiento, líneas suaves y ondulantes y sus temas eran tomados de la literatura y la historia medievales y de la realidad pintoresca; representaba también la afirmación de los valores emotivos negados por el neoclasicismo. Se usaban colores tenues y matizados, usando la técnica del óleo. La gran aportación del romanticismo es el paisaje. Los pigmentos de la época son los ocres (marrón, amarillo y rojo), el oropimente, el ultramarino (sintético), el carmín, el negro carbonilla (para bocetar en tela), la tiza, el tierra verde (tonos apagados en la piel), el verde de Grecia, el naranja y amarillo de cadmio, el azul y verde de cobalto, y el blanco de zinc (relativamente nuevo en este movimiento). Aquí se muestra una pintura al óleo sobre lienzo que data de 1818, llamada “Viajero frente al mar de niebla”, de Caspar David Friedrich, en el cual se pueden apreciar la expresión de sentimientos del artista, en la que aborda la identificación del hombre con la naturaleza. Su obra muestra una imagen individualizada de la vida, la suya.

REALISMO


El realismo surgió a mediados del siglo XIX (1840, 50, aproximadamente), como oposición al idealismo de clásicos y la fantasía exagerada de los románticos, proponiendo una realidad objetiva de los temas de la vida cotidiana, el hombre debe aparecer dentro de su ambiente habitual, y su trabajo cotidiano tiene que ser un motivo de fecunda inspiración. Fue influenciado por el positivismo científico y en él se adoptó el sentido de la realidad, al acercarse a la cruda realidad en el paisaje y la pintura. La pintura abordaba temas de contenido social y era un medio de denuncia de la problemática de una época marcada por la industrialización y por la crisis e inconformidad hacia los gobernantes; en ella, los temas eran la vida humilde y trabajadora, se presentaba lo bello y lo feo tal como eran, las técnicas eran de dibujo vigoroso, aunque no fuera correcto, con un colorido sobrio e interés por los contrastes del claroscuro. La técnica es la que proporciona la más completa identificación entre lo pintado y la naturaleza. Los representantes de este movimiento oficiales son Jean Françoise Millet, Gustavo Courbet y Honoré Daumier. Los pigmentos de este movimiento eran los ocres (marrón, amarillo y rojo), el oropimente, el ultramarino (sintético), el carmín, el negro carbonilla, la tiza, el tierra verde, el verde de Grecia, el naranja y amarillo de cadmio, el azul y verde de cobalto, el verde esmeralda, el blanco de zinc y los nuevos pigmentos que aparecieron en estos años, como fueron: el azul cerúleo (Pigmento popular que los pintores usaron generalmente en los cielos de sus paisajes. Creado calentando óxido de cobalto con otras bases metálicas), el violeta de cobalto y el viridiano (Óxido de cromo opaco). Aquí se presenta un óleo sobre lienzo del género de la pintura realista francesa, de Jean Françoise Millet, llamada “Las espigadoras”, que data del año 1857 y en la que usa una luz difusa y presenta a tres mujeres en plena faena, agachadas para recoger las espigas; son mujeres de carne y hueso, ataviadas con los ropajes de la región de Normandía lugar de origen de Millet.

IMPRESIONISMO


El impresionismo fue el movimiento artístico al que se le considera revolucionario tanto por la técnica empleada como por la manera de representar los efectos de luz y color. Tuvo lugar en el último tercio del siglo XIX, y duró hasta los ochenta de ese mismo siglo. Adoptó su nombre a partir de un cuadro de Monet, titulado Impresión, Soliel levant (Impresión, sol naciente) expuesto en París en 1874. La pintura impresionista se distinguió por su afán de captar la realidad en cambio continuo, de captar la cualidad de la luz y de la atmósfera en una hora particular del día a través de las cuales se ven los objetos, pues su condición determina la apariencia de estos. La posibilidad de retratar la luz en términos de la pintura fue resultado del nuevo análisis científico de los colores. La combinación de colores puros ya no se hará sobre la paleta ni sobre la tela, sino que será el cerebro del espectador el que los una para formar así las figuras. Las reglas de la pintura son: pintar al aire libre, captar el momento que huye, pintar rápidamente, eliminar todo simbolismo, estudiar atentamente la luz natural y las sombras, evitar la luz demasiado brillante, usar colores puros, nunca mezclar los colores en la paleta y nunca usar el color negro. Los pigmentos que usaban en el impresionismo eran los ocres (marrón, amarillo y rojo), el oropimente, el carmín, el tierra verde, el naranja y amarillo de cadmio, el azul y verde de cobalto, el verde esmeralda, el blanco de zinc y los nuevos pigmentos, como fueron: el azul cerúleo (Pigmento popular que los pintores usaron generalmente en los cielos de sus paisajes. Creado calentando óxido de cobalto con otras bases metálicas) y el violeta de cobalto. Aquí se presenta “Clase de baile”, de Edgar Degas, que data del año 1875, es un óleo sobre lienzo que presenta a unas bailarinas de ballet, tema predilecto del artista.

NEOIMPRESIONISMO


El neoimpresionismo es el movimiento artístico que surgió a finales del siglo XIX, como consecuencia del impresionismo; fue liderado por Seurat y Signac. Se abandonaron los principios del impresionismo para buscar nuevos campos de aplicación de las teorías de color. Las investigaciones sobre el uso del color se inspiraron en los resultados de investigaciones científicas realizadas por físicos creadores de nuevas teorías sobre la armonía de los colores, la fisiología del ojo humano y sobre la psicología de la percepción. En la recomposición que efectúa la visión humana de la realidad, los colores son más intensos que los mezclados por el pintor en la paleta; por lo tanto, basándose en criterios rigurosamente científicos, se comenzaron a aplicar en el lienzo los colores primarios a base de pequeños puntos, yuxtaponiendo los colores complementarios con el propósito de intensificar su efecto. Esta corriente luego fue llamada por los historiadores de tres formas: Neoimpresionismo, Divisionismo y Puntillismo. La pintura se basaba en el impresionismo, pero adoptaba a su vez las nuevas teorías del color. Los pigmentos usados eran los colores primarios y complementarios, a base de pigmentos como los ocres (amarillo y rojo), el carmín, el naranja y amarillo de cadmio, el azul y verde de cobalto, el verde esmeralda, el blanco de zinc y el violeta de cobalto. Aquí se muestra una obra de Georges Seurat, que data de 1884 – 1886, llamada “Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte”.

POSTIMPRESIONISMO


El posimpresionismo surge hacia 1880 como ruptura frente al impresionismo. Si en aquél los artistas pintaron la mera apariencia, en el postimpresionismo se reconstruye la forma. Por ello, esta tendencia también ha recibido el nombre de "constructivismo". Los artistas que iniciaron esta tendencia (Cézanne, Van Gogh, Gauguin) abrieron nuevos caminos a la pintura del siglo XX. Cézanne influyó en el cubismo; Van Gogh, en el expresionismo, y Gauguin, en el fauvismo. Se caracterizó por la construcción de la forma, el dibujo y la expresividad de los objetos y figuras humanas; la conciliación entre el efecto volumétrico y el gusto estético; la concepción del cuadro a base de cuerpos rigurosamente geométricos; el empleo de colores contrastantes para distender y definir los planos y formas; los efectos pictóricos basados en búsquedas estructurales, espaciales y cromáticas; la utilización de colores puros con gran carga emotiva y modulados; las creaciones imaginativas a base de pinceladas cursivas que intentan expresar la angustia y el desconsuelo interior; el interés por lo exótico y los bajos fondos. Se crearon composiciones estáticas y simples, buscando la armonía de pigmentos. Tenían un gusto por los contrastes de colores, el rico cromatismo, los colores puros y la cursividad de las formas; así como el primitivismo. La pintura fue conducida a una estructuración geométrica mediante el uso de la tridimensionalidad.; al modular las tonalidades cromáticas obtuvo un efecto de profundidad, también aplicando el color en masas compactas. Aquí se presenta “La habitación de van gogh en Arles”, del año 1889, de Vincent van Gogh, el cual es un óleo sobre lienzo en el cual se puede apreciar la cromaticidad brillante.

ARTS AND CRAFTS


El movimiento Arts and Crafts (Artes y oficios) surgió en Inglaterra a finales del siglo XIX y se desarrolló en el Reino Unido y Estados Unidos en los últimos años del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Inspirada por la obra del escritor y diseñador inglés John Ruskin, alcanzó su esplendor entre 1880 y 1910.
Se asociaba con la figura de William Morris, artesano, impresor, diseñador, escritor, poeta, activista político y, en fin, hombre polifacético, que se ocupó de la recuperación de los artes y oficios medievales, renegando de las nacientes formas de producción en masa. El movimiento recuperó los oficios medievales en plena época victoriana, reivindicando la primacía del ser humano sobre la máquina y siendo un movimiento contracultural. Oponía la creatividad y el arte a la producción en serie. Se caracteriza por el uso de líneas serpenteadas y asimétricas constituyendo sobre todo un arte decorativa. Era un movimiento estético reformista que tuvo gran influencia en la arquitectura, las artes decorativas y la artesanía, británicas y norteamericanas, e incluso en el diseño de jardines. En Estados Unidos, se usan los nombres o sinónimos: Arts and Crafts movement, American Craftsman, o estilo Craftsman para referirse al estilo arquitectónico y decorativo que predominó entre los períodos del Art Nouveau (Modernismo) y Art decó, es decir, aproximadamente entre 1910 y 1925.
Se hacian dibujos de conjuntos planos con flores y pájaros, que recuerdan el entrelazado del relieve celta y la iluminación de manuscritos medievales y dibujos de tejidos. Se pusieron de moda las formas decorativas, la margarita, la madreselva, la tulipa, la violeta y la aguileña, y también distintas aves, especialmente el pavo real, que se combinaba con formas de dragón. Se destacaban los dibujos planos y las formas geométricas. En general, este movimiento era la unión del arte y el oficio. Aquí se presenta una obra de Owen Jones, que data del año 1856, la cual es una ilustración de “La gramática de la ornamentación”. Se aprecian los pigmentos de colores brillantes y vivos.

ART NOUVEAU


Este movimiento tomó su nombre de una galería en París por Samuel Bing y que fue proyectada por Henri van de Velde, desarrolló los aspectos decorativos del diseño del Arts and Crafts, ignorando su connotación socialista. Nació ua moda que se difundió con extraordinaria rapidez por Europa y América a fines del siglo XIX y principios del XX, abarcando todas las áreas expresivas y caracterizadas por el papel clave que desempeñó entre una época artesanal a punto de desaparecer y la nueva época industrializada, es decir, entre el arte moderno y el contemporáneo.
Se caracteriza por las formas sinuosas y alargadas, el empleo del latiguillo como línea ondulante y en forma de enredadera, arabescos asimétricos que rompen con lo tradicional, creando motivos florales en Bélgica y en Francia, y formas más lineales en las obras arquitectónicas de la Secesión austriaca y en la arquitectura de Escocia e Inglaterra. Alcanzó su máxima expresión en la arquitectura y las artes decorativas.
El art nouveau adquirió varios nombres dependiendo de los países en los que se difundió, nombres como Modern style, jugendstill, liberty, modernismo y sezessionstill.
La pintura, aunque se encuentra más al margen de la tendencia estilística, tuvo alguna influencia del Art Nouveau, empleando la línea curva y el latiguillo, los colores planos, y las fragmentaciones de las figuras en pequeñas formas geométricas. Aquí se muestra “Maude Addams como Juana de Arco”, de Alphonse Marie Mucha, que data de 1909, y en el que se aprecia el uso de colores primarios y complementarios.

FAUVISMO


Entre 1905 y 1907 un grupo de jóvenes pintores expuso sus obras y para designar su estilo; los críticos acuñaron el nombre de Fauvismo por parecerles que aquellos artistas eran fauves (fieras). Como movimiento artístico no duró más de cinco años, pero como estilo ejerció una influencia mayor y más persistente en el uso del dibujo y el color que cualquiera otra escuela del siglo XX. El fauvismo derivó de los fuertes colores y las vehementes pinceladas de Van Gogh; de las formas simplificadas y los atrevidos esquemas decorativos de Gauguin, y del desprecio que ambos demostraron por las cualidades académicas formales de la composición. Se considera al rojo como color brillante que produce gran excitación. El fauvismo era de carácter lírico y expresivo potenciado mediante el color; se dio el intento de equilibrar el mundo real y el mundo interior, buscando lo esencial y simple; existen 2 corrientes temáticas, la interpretación libre, intuitiva, vital y subjetiva; y las escenas líricas de gran imaginación. Se eliminó la perspectiva espacial. Se hacía un énfasis cromático con colores puros, saturados, planos, realzados por el uso de contornos y sin referencia al tema o a la figura (se usaban colores contrarios a los reales); se usaba el claroscuro, la figuración creativa y temperamental; las referencias formales de las culturas primitivas y exóticas como la árabe y la africana; las relaciones de colores arbitrarias de manera instintiva (Predominio de colores complementarios); y usando técnicas de creación de obras ornamentales basadas en motivos de papel tapiz o piezas de artesanía. Aquí se muestra “La danza”, de Henri Matisse, que data de 1909 en la que se pueden apreciar los colores intensos.

EXPRESIONISMO


A principios del siglo XX (nació en 1890 en Alemania) , el término expresionismo era utilizado para referirse, indistintamente, a cualquier tendencia de vanguardia. Más tarde tomó un sentido general que definía las obras con temas sobre estados mentales, representados con fuerza tal que se distorsiona la apariencia normal de las cosas y las personas. Las obras expresionistas muestran una inspiración violenta, espontánea, rebelde y apasionada, característica de muchos artistas nórdicos. Finalmente se designó como expresionismo, ya de un modo preciso, la corriente del arte contemporáneo que nació a finales del siglo XOX con Vincent Van Gogh, ensor y Munich, como una expresión de la interioridad de la conciencia, de estilo vehemente fundado en deformaciones voluntarias de la naturaleza, en el cual permanecen la angustia y el simbolismo. Su objetivo fundamental era crear impetuosas reacciones en el espectador, por medio de sentimientos y emociones del artista, expresados con audacia de formas y rígido colorido. El género escogido, la pintura, es concebido como una manifestación de la subjetividad del artista basada en la necesidad interior; se da la libre interpretación de la realidad (imágenes creadas, no copiadas); el uso de recursos diversos en la interpretación de la realidad: desproporción y distorsión de las formas según un impulso interior, esquematización o reducción de las formas a lo esencial atendiendo a un sentimiento vital de depuración de lo objetivo (lo que dio lugar a la abstracción). Se usó el color y el trazo para subrayar simbólicamente los estados de ánimo. Se destruyó el espacio tridimensional. Formas simples, planas o con poco volumen; aglomeración de formas y figuras. En gral., predominio de trazos violentos, empastados y agresivos y líneas curvas y trazos sosegados. Los pigmentos eran intensos y contrastados, aplicados abruptamente. No existía el carácter decorativo; y finalmente, las temáticas eran desnudos en el campo o bañándose, escenas urbanas agobiantes y representaciones armónicas de la naturaleza.
Aquí se muestra “El grito”, de Edgard Munich. Esta obra es la expresión de su miedo personal, en este cuadro logra expresar el desfallecimiento del hombre ante una realidad cada vez más compleja y confusa.

CUBISMO


El cubismo surgió en Francia hacia 1907 y hasta 1914. Se inspiró en los postulados artísticos de Paul Cézanne y de Georges Seurat; su planteamiento básico es representar obras de la realidad, pero fracturadas por medio de la geometrización de la forma, de tal manera que se representaban las mismas formas del objeto, vistas desde varios ángulos a modo de simultaneidad de planos. Los artistas cubistas pintaban superficies planas, la perspectiva dada a la obra era aparente, lograda por medio del alargamiento de las líneas y ángulos. El color fue, virtualmente suprimido, subordinándose a las formas y por tanto, al dibujo. Los cubistas crearon la superposición a través de la visión polifacética y simultánea del objeto. En el cubismo se daba la búsqueda de un nuevo concepto d espacio, se rechazaba la figuración imitativa de la naturaleza, se fragmentaban las formas y el espacio en planos interrelacionados por el color; había una ausencia de profundidad espacial, las líneas y planos eran refractados y representados en positivo-negativo, se crearon las transparencias, la austeridad cromática y el sombreado arbitrario. Las técnicas principales se centraban en el bodegón y el retrato. Aquí se muestra “Las Señoritas de Avignon”, de Pablo Picasso, que data de 1881 – 1973. Es considerada como la obra más importante en el desarrollo de la pintura del siglo XX. En el cubismo se dieron dos fases: el cubismo analítico (1907 - 1911) y el sintético (1912 - 1914), en el analítico, los pigmentos eran quebrados y terrosos, y poco brillantes (marrones, beiges, grises, negros, ocres, etc.); además de que se preferían las naturalezas muertas (frutas, fruteros, pipas, botellas, vasos, partituras musicales, guitarras). En el sintético, se introducían en el collage materiales y objetos cotidianos como trozos de periódico, papel tapiz, etiquetas, maderas, rejillas, etc; las formas y figuras eran dislocadas, recortadas o seccionadas, y lo más importante: Los pigmentos y colores eran más vivos.

DADAISMO


El dadá o dadaísmo fue un movimiento antiarte que surgió en Zúrich (Suiza) en 1915 y hasta 1922, que se caracterizó por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando una especie de anti-arte o rebelión contra el orden establecido. La denominación "dada" (caballito) corresponde al primer término que apareció en un diccionario de alemán-francés abierto al azar y fue adoptado por un movimiento literario y artístico que pretendía cambiar la sociedad, la cultura y el arte a través del desconcierto, el inconformismo, el nihilismo, la ironía, la negación de la racionalidad y de todos los valores establecidos hasta entonces. Era la inclinación hacia lo dudoso, terrorismo, muerte y nihilismo, lo fantasioso, busca renovar la expresión mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables y tiene una tónica general de rebeldía o destrucción. Se caracterizaba por gestos y manifestaciones provocadoras en las que los artistas pretendían destruir todas las convenciones con respecto al arte, creando un anti-arte. Se daban las veladas dadá realizadas en cabarets o galerías de arte en la que se mezclaban fotomontajes con frases aisladas, palabras, pancartas, recitales espontáneos y un ceremonial continuo de provocación. Arp empezó a hacer relieves, collages y bordados en los que ya empiezan a aparecer las formas geométricas y orgánicas características de su obra. En el dadaísmo, se da la expresión irónico-satírica de los valores artísticos establecidos por la tradición y también por la vanguardia fauve y expresionista; la integración de técnicas distintas con empleo de fragmentos de materiales (collage y décollage) y objetos de desecho cotidiano; se niega el Arte, despreciando lo retórico y academicista y cualquier canon impuesto; se protesta contra todo convencionalismo volviendo a lo instintivo e irracional (lo absurdo, el sinsentido y el azar establecen la identidad entre el arte y la vida); se da la liberación del subconsciente; disociación, el disparate, la expresión libre de la forma artística: todas las cosas de la realidad pueden ser objeto artístico; la utilización de nuevas técnicas como el fotomontaje, el cual es una variante nueva del collage introducida por R. Hausmann, realizado a base de imágenes multiplicadas y superpuestas, tomadas de periódicos, revistas y anuncios; y el "merz" o collage dadaísta a base de materiales de desecho de todo tipo y estado. Aquí se presenta “Psiquiatra”, de Schwitters, que data del 1919, y es un representante importante de este movimiento. Los pigmentos usados están en la imagen.

SURREALISMO


El surrealismo, que comenzó en 1924 y continuó durante la década de 1930, surgió de la pintura metafísica de Giorgio de Chirico y del Dada con su insistencia en la ordenación casual de los objetos. Al surrealismo le interesaba explorar e ilustrar la mente inconsciente; los surrealistas querían liberar la imaginación y que el espectador tomara conciencia de su aspecto poético más que de su aspecto científico. Influido por el psicoanálisis de Freud y las doctrinas revolucionarias de la época, el surrealismo supo dar cause a vagos impulsos renovadores latentes en la intelectualidad surgida de la primera posguerra. Su período más floreciente fue el de 1924 a 1928. Como ideal estético se propone lo maravilloso, reuniendo dos objetos incongruentes en un contexto ajeno a ambos; el propósito de los surrealistas no era "hacer arte", sino explorar posibilidades. La producción surrealista se caracterizó por la exaltación de los procesos oníricos, el humor corrosivo y el erotismo, concebido todo ello como armas de lucha contra la tradición, la moral y la cultura burguesa. En el campo de las artes plásticas, los pintores surrealistas se manifiestan de dos maneras diferentes, los surrealistas figurativos, interesados por la vía onírica (Magritte, Delvaux y Dalí, entre otros) y que se sirven del realismo y de las técnicas y recursos pictóricos tradicionales; y los surrealistas abstractos, que practican el automatismo psíquico puro (Masson, Miró) e inventan universos grafico-plásticos propios. Sus características figuran la temática subjetiva de carñacter onírico basada en las técnicas del inconsciente de Freíd, la interpretación de la realidad desde el sueño, el inconsciente, la magia y la irracionalidad, la conjunción de imágenes dispares (reales o irreales), tanto en el tiempo como en el espacio; los objetos y formas son despejados de su significación tradicional (principio de la "desorientación"), el observador queda desorientado, sin saber a qué atenerse; la creación de imágenes equívocas de manera que una misma cosa puede ser interpretada de varias maneras, por ejemplo, una nube puede parecer la cabeza de un animal; se le da importancia a lo paradójico, lo absurdo, la caducidad, la destrucción y lo misterioso; la representación de toda clase de simbologías, especialmente eróticas y sexuales; se tocan todos los estilos, se usa le perspectiva cónica, exagerando la sensación de profundidad (creación de grandes espacios y lejanías); se da la ejecución pictórica minuciosa, la utilización del claroscuro y del color modelado; además, se inventan nuevos métodos y técnicas como la pintura automática, el frottage (Consiste en transferir al papel o al lienzo mediante fricción o frotamiento, una superficie rugosa, por ejemplo, la de un trozo de madera. Las dibujos y texturas que resultan se utilizan como punto de partida de la pintura automática para la realización posterior de imágenes fantásticas.) y el grattage (Técnica consistente en pintar colores repartiéndolos arbitrariamente sobre una tabla de madera. Una vez secos, son rascados o grabados con una cuchilla o un punzón afilado creando dibujos o graffitis sobre la superficie coloreada. Esta técnica también se utilizó como punto de partida de la pintura automática.). Aquí se muestra “El juego lúgubre”, de Salvador Dalí, que data del 1929 y es un óleo sobre cartón.

ABSTRACCION GEOMETRICA


El arte Abstracto es un movimiento que nace con la creación de la nueva pintura del ruso Wassily Kandinsky (imagen Abstracción Geométrica) en 1910, en la cual no existía ninguna representación figurativa, sino formas y colores. Esta corriente consiste en extraer de una imagen figurativa los elementos esenciales, deformándolos o modificándolos; en él se tiende a impresionar lo psíquico por encima de lo puramente visual, se busca una nueva expresión de la realidad, llegando a oscilar entre dos polos: el acercamiento a la realidad para entenderla y el alejamiento de ella al interpretarla. Esta tendencia artística se basó, no en la representación real del objeto, sino en la belleza que el cuadro pueda reflejar, de allí la importancia del color en las obras abstractas. El Abstraccionismo tiene dos corrientes: la Abstracción Lírica, que se refiere a las composiciones donde el artista parte de su intuición para expresar, por medio de color, sentimientos, ideas, etc., y la Abstracción Geométrica, que se refiere a las composiciones en donde el artista trabaja con figuras geométricas como el círculo y el cuadrado, y con líneas que partiendo de colores planos las hacen ser obras totalmente estáticas. La funcionalidad y la armonía del orden matemático se convierten en la categoría mental primordial de este horizonte de problemas artísticos, que se impone la tarea de volver objetivo la realidad no figurativa (emociones, ideas). Las paralelas que se cortan, el cuadrado en toda su firmeza, la recta que no se ve turbada por la relatividad, la curva que en cada uno de sus puntos forma una recta, son hechos que aparentemente nada tienen que ver con las necesidades cotidianas del humano, pero que se vuelven de gran trascendencia a partir del momento en que se convierten en arte. La abstracción geométrica toma forma en estilos tales como la abstracción post- pictórica, la pintura Colour Field, el Op Art, el minimalismo, etc.; presenta en rechazo de toda representación objetiva de la realidad, la valoración de lo subjetivo y lo simbólico; la reducción de la pintura a ella misma: el color se convierte en su método, objeto y también en su materia. El color y pigmentaciones son libres. Aquí se muestra una obra de Kandinsky:"Composición VIII", que data del año 1923. Los pigmentos de la época se muestran en la imagen.

EXPRESIONISMO ABSTRACTO


El expresionismo abstracto es el movimiento pictórico dentro de la pintura abstracta que surgió en el año 1940 en Estados Unidos y fue difundido por todo el mundo. Fue un movimiento liderado por Arshile Gorka. También se le conoce como Escuela de Nueva York. Una de las características principales de los expresionistas abstractos es la concepción de la superficie de la pintura como all over, para significar un campo abierto sin límites en la superficie del cuadro: el espacio pictórico se trata con frontalidad y no hay jerarquía entre las distintas partes de la tela.
El desarrollo de la corriente estaba muy lejos de ser estilísticamente uniforme ya que no constituyó un movimiento o escuela en sentido estricto, pues cada uno de sus representantes adoptó características particulares; a pesar de esto, se distinguen 4 direcciones o facetas dentro del movimiento: La gestual o de acción (Pollock y De Kooning), La sígnica o caligráfica, La de los logia color painters (espacialismo cromático) y La surrealista.
Los dos aspectos más llamativos del movimiento son la acción y el espacialismo cromático, con sus grandes superficies de color. Se utilizaba el lienzo como el medio en el que la actividad corporal se materializa o sea ejercita de forma pura. Las dimensiones enormes de los lienzos posibilitaron que el pintor se involucrara en su totalidad en el acto creativo, lo que modificó sensiblemente las técnicas de pincelada, es decir, que el movimiento de muñeca o de brazo, característico de la pintura anterior, diera paso al movimiento corporal.
En 1946 Pollock abandonó las pinceladas para derramar las pinturas directamente sobre el lienzo, técnica a la que llamó dripping. Aquí se presenta “The moon woman”, del 1942, el cual es un óleo sobre lienzo, de Jason Pollock. El abstraccionismo es indiscutible.

POP ART


El pop art es el movimiento artístico iniciado en Estados Unidos a finales de los años 50 y hacia el año 1960 en las ciudades de Nueva York y Los Ángeles, a partir de temas de los años cincuenta que habían sido tratados por artistas ingleses. El nombre se le dio por primera vez por el crítico Lawrence Alloway, en 1954, para referirse al “arte popular” creado por son el empleo de imágenes y temas tomados del mundo de la comunicación de masas aplicados a las artes visuales. Las técnicas usadas por los artistas fueron totalmente libres, desde el collage, el fotomontaje, el frottage y el assemblage, hasta las técnicas pictóricas y escultóricas convencionales. Ya que este arte es la manifestación plástica de una cultura caracterizada por la tecnología, la moda, el consumismo, el bienestar y el capitalismo, los objetos dejan de ser únicos y se convierten en una adicción. Los artistas pop ironizaban sobre la caligrafía y el gesto característicos de los expresionistas. Las obras del pop art eran representaciones inexpresivas, frontales y repetitivas, se hace una preferencia por las referencias al "status" social, la fama, la violencia y los desastres (Warhol), la sexualidad y el erotismo (Wesselmann, Ramos), los signos de la tecnología industrial y la sociedad de consumo (Ruscha, Hamilton), las formas y figuras son a escala natural y ampliada; la iconografía es estilizada, principalmente en formas planas y volumen esquemático. En cuanto a los pigmentos, los colores son puros, brillantes y fluorescentes (inspirados en la industria y los objetos de consumo), se combina la pintura con objetos reales integrados en la composición de la obra, como flores de plástico, botellas, etc. Aquí se presenta una obra de Andy Warhol, de 1964, llamada Marilyn Monroe, naranja. Como dato curioso se puede mencionar que Andy Warhol pintaba con proyecciones de fotografías sobre el lienzo.

ARTE CONCEPTUAL


A mediados de los años sesenta del siglo XXI se originó el arte conceptual, el cual está abierto a todas las posibilidades plásticas y es extremadamente radical. El nombre se lo dieron Edgar Kienholz y Sol Lewitt, quien en 1967 hizo la primera interpretación teórica del movimiento. Incluye una amplia gama de actividades artísticas de muy diversas y difíciles índoles, desde juegos lingüísticos hasta fenómenos ecológicos.
También llamado idea art, se caracteriza por que las ideas dentro de la obra son un elemento más importante que el sentido por el que la obra se creó. La idea de la obra prevalece sobre sus aspectos formales, y en muchos casos la idea es la obra en sí misma, quedando la resolución final de la obra como mero soporte.
Habían 3 tendencias dentro de los artistas conceptuales, las cuales eran: la lingüística y tautológica, la mística, y en la que me enfocaré: la empírico-medial, que reivindicaba tanto la imagen como la percepción, y que aceptó la realización centrada en la acción.
En este género no habían reglas, por lo tanto, no habían pigmentos ni técnicas establecidas como las “oficiales” del arte conceptual; los pigmentos que se usaban en la pintura, la cual no era tan usada como la escultura, eran los siguientes: el negro carbonilla, el carboncillo, la tiza roja natural, el óxido de hierro, el viridiano, blanco de zinc, naranja y amarillo de cadmio, azul cerúleo, azul verde y violeta de cobalto, amarillo indio, verde esmeralda, carmín, tiza, negro carbonilla, ultramarino, y el marrón, rojo y amarillo ocres. Aquí se muestra una pintura de la artista Dolors Muntané, Española, que data de los años sesenta, llamada “Il.lusions tenebroses”, la cual es una pintura textil y que presenta los pigmentos de los cuales algunos artistas de la tendencia empírico-medial podían echar mano.

ARTE CINETICO


El arte cinético es la corriente artística en la que las obras tienen movimiento o que parecen tenerlo. La expresión “arte cinético” es adoptada hacia 1954, para designar las obras de arte puestas en movimiento por el viento, los espectadores y/o un mecanismo motorizado. Duró desde la mitad de los 60 hasta mediados de los 70 del siglo XXI. El nombre tiene su origen en la rama de la mecánica que investiga la relación que existe entre los cuerpos y las fuerzas que sobre ellos actúan. Obviamente, el género más desarrollado de este arte es la escultura; pero, pictóricamente, el arte cinético se basa en las ilusiones ópticas, en la vibración retiniana y en la imposibilidad de nuestro ojo de mirar simultáneamente dos superficies coloreadas, violentamente contrastadas. En este último caso de cinetismo virtual, ya se habla de Op-Art. El arte cinético y el arte óptico son corrientes artísticas basadas en la estética del movimiento. A los artistas del arte cinético no les importaba representar el movimiento, sino les preocupaba representar el movimiento por sí mismo, es decir, el movimiento real incorporado a la obra de arte. El arte cinético tenía dos tendencias: la del cinetismo (movimiento espacial) y la del luminismo (cambio de color). Hoy en día se conoce como arte cinético, aquellas obras que causan al espectador movimiento e inestabilidad, gracias a ilusiones ópticas, que cambian de aspecto según el punto desde el que son contempladas o por la luz que reciban (un ejemplo pueden ser los anuncios luminosos). También están incluidos dentro de este movimiento los móviles sin motor y las construcciones tridimensionales con movimiento mecánico. En cuanto a pigmentos, se usaban los colores contrastantes y que representaran conflicto al ojo humano, así, se usaban el azul con el rojo, el blanco con el negro, etc. Los pigmentos que se han venido usando en la historia y que estaban a disposición de los artistas cinéticos son el negro carbonilla, el carboncillo, la tiza roja natural, el óxido de hierro, el viridiano, blanco de zinc, naranja y amarillo de cadmio, azul cerúleo, azul verde y violeta de cobalto, amarillo indio, verde esmeralda, carmín, tiza, negro carbonilla, ultramarino, y el marrón, rojo y amarillo ocres. Aquí se muestra la obra “Yak”, de Victor Vasarelly, que data del año 1964 y en la que se presenta un ejemplo de los contrastes que se usaban en el arte cinético y posteriormente en el Op-Art.

OP-ART


El Op-Art, o Arte Óptico fue un movimiento pictórico nacido en Estados Unidos en el año de 1958. El término Op-Art se dió por un artículo publicado en 1964 por la revista Time, sobre un grupo de artistas que pretendían crear ilusiones ópticas en sus obras. Después de esto el término se adoptó como el nombre oficial de este movimiento. Las mayores influencias artísticas de este movimiento son el suprematismo, el constructivismo, el De Stijl o neoplasticismo y el Bauhaus. Además de tener importantes influencias intelectuales, psicológicas y científicas sobre la fisiología y la percepción. Se caracteriza por la ausencia de movimiento real en el op-art estático, y se crean efectos visuales tales como movimiento aparente, vibración, parpadeo o difuminación en el op-art cinético. Se usan las líneas paralelas, tanto rectas como sinuosas, contrastes cromáticos marcados, ya sea poli o bicromáticos, cambios de forma y tamaño, combinación y repetición de formas y figuras, entre otros; usa también figuras geométricas simples, como rectángulos, triángulos y circunferencias en tramados, combinaciones o formaciones complejas. Se toma como recurso la ilusión óptica. Se usa el acrílico para obtener superficies lisas, limpias y muy bien definidas. En el Op-Art no se pretende expresar emociones o situaciones, no hay ningún aspecto emocional en la obra. Aquí se muestra una obra de Youri Messen-Jaschin, del año 1998, llamada “Broadway”. En cuanto a pigmentos, se usaron los efectos vibratorios de los contrastes de colores, como blanco/negro; el efecto vibratorio tiene su causa en la pereza del ojo humano, que no analiza los contrastes regulares de pequeñas partículas o de estrechas líneas de color como tales, sino percibe una ilusión que sintetiza las líneas de contraste seriadas en un efecto de movimiento espacial-plástico. También está el método del tramado del color seriado, el cual trata de alteraciones de tamaños de unidades superficiales de estructuras. En general, las obras de este movimiento tratan de la búsqueda de los valores esenciales de la percepción visual y el hacer participar al espectador en el proceso artístico activando su percepción mediante el empleo de estímulos óptico-cinéticos. Los pigmentos que usen son a su criterio; los disponibles son los mismos de unos movimientos antes; están señalados en la imagen.

HIPERREALISMO


El hiperrealismo se dio en 1966, al momento en que el Museo Guggenheim de Nueva York presentó la exposición “The photographic images”, en la que las obras de pintores y escultores obsesionados por la reproducción casi literal de la realidad tuvo lugar. Se les llamó hiperrealistas, pero también superrealistas, foto-realistas, nuevo-realistas o precisionistas. La fotografía era parte importante de este movimiento aún cuando ellos no usaban la cámara fotográfica. Propone reproducir la realidad con la misma fidelidad y objetividad que la fotografía, a la que toma como modelo y cuyos códigos aplica. Aparece como sucesor del Pop y de ahí viene su interés por los aspectos triviales de la sociedad de consumo y por las imágenes populares de la cultura underground. Su exagerado realismo debió ser una reacción ante la ausencia de objeto promovido por el Arte Conceptual que apareció en esos mismos años. La fotografía se proyecta sobre el lienzo mediante cualquier técnica. Los pigmentos siguen siendo los de movimientos anteriores, por ejemplo: el negro carbonilla, el carboncillo, la tiza roja natural, el óxido de hierro, el viridiano, blanco de zinc, naranja y amarillo de cadmio, azul cerúleo, azul verde y violeta de cobalto, amarillo indio, tierra verde, carmín, tiza, negro carbonilla, ultramarino, oropimente, y el marrón, rojo y amarillo ocres; la única diferencia es que se descontinuó el verde esmeralda a partir de este movimiento. Como todos los fotorrealistas, no hay huellas de pinceladas y el artista parece estar ausente; los cuadros se cubren con una fina capa de pintura, aplicada con pistola y pincel, siendo raspada si es necesario, con una cuchilla para que no quede ningún relieve, ninguna materia. Aquí se muestra un acrílico de Check Close, llamado “Linda”, que data del año 1975-76, el cual es una reproducción fotográfica. A partir de fotos de fotomatón, Chuck se propuso simplemente "traducir información fotográfica a información pictórica", ampliando la escala.

POSMODERNISMO


Este movimiento se dio al inicio de la década de los ochenta del siglo XX, cuando el panorama artístico internacional se vio sacudido por una amplia gama de manifestaciones y actitudes que pusieron de manifiesto, tanto en el plano teórico como en el práctico, la progresiva ruptura del arte con el espíritu de la modernidad. Esta ruptura condujo a una nueva corriente ideológica y artística que se hizo presente en la última década del siglo, la cual se llamó Posmodernismo. Sus características son la disolución de los discursos artísticos globales, la pérdida de la homogeneidad, el retorno a las imágenes con el consiguiente abandono de la estética reduccionista, el rechazo del proyecto, el nomadismo, la fragmentación y el eclecticismo. Lo más importante aquí era el rechazo al racionalismo de la pureza formal y la abstracción, y al compromiso social. Aquí se presenta “Vino de Babilonia”, que data del año 1984, mediante la técnica de Óleo, acrílico y crayón de óleo sobre tela. Las técnicas que se usaban para las pigmentaciones eran el acrílico sobre tela, el óleo sobre tela, el crayón de óleo sobre tela, y la serigrafía, principalmente, ya que se podía usar cualquiera. Los pigmentos siguen siendo los de movimientos anteriores, por ejemplo: el carboncillo, la tiza roja natural, el óxido de hierro, el viridiano, blanco de zinc, naranja y amarillo de cadmio, azul cerúleo, azul verde y violeta de cobalto, amarillo indio, tierra verde, carmín, tiza, negro carbonilla, ultramarino, oropimente, y el marrón, rojo y amarillo ocres.